sábado, 19 de febrero de 2011

LA TRISTE AGONÍA DEL ANIME EN LA ARGENTINA

Hace un tiempo volví a agarrar una de mis viejas Lazer, revistas queridas si las hay y compañeras en numerosos viajes en bondis, mas puntualmente la número 41 y me pongo a leer la editorial “Luces de Alarma”. En la misma Leandro Oberto (un tipo cuyo pensamiento respeto muchísimo) marcaba ciertos indicios que hacían peligrar al Anime en la Argentina y todo en torno al mismo. Releyéndolo cuatro años después uno se da cuenta de lo acertado que estaba.

Ø      Perdimos todos los canales que permitían ver Anime en cualquier momento del día ya sea porque murieron (como mi queridísimo Magic Kids, Cablín, Big) o porque cambiaron de rumbo (Cartoon Network, Animax – que no entiendo por que se sigue llamando así-).
Ø      Perdimos la mismísima Lazer, que no era solo una revista sino, aunque parezca loco, un lugar de reunión de toda el fandom. Si bien Leandro Oberto dio una explicación de los motivos por los cuales dejaron de imprimirla, la verdad que fue un golpe durísimo para los amantes de la “animación, series y la corrupción del mundo”.
Ø      Murió Camelot, una tienda que marco a por lo menos tres generaciones de fanaticos.

La lista continua, pero independientemente de las explicaciones, la realidad es que el Anime en la Argentina se encuentra en su etapa Terminal y, una parte de mi que vivió muchas experiencias gracias a el, muere también. Espero que como el Ave Fénix vuelva a resurgir.